Para ver la página oficial del artista entrar en

Click here to see the official website: www.maxorennella.com

miércoles, 28 de septiembre de 2011

All you need is Color/ Galería Maxó






































Muestra individual: ''All you need is color''

Hay tierras sin pan, pero también hay tierras sin color. El plano pecho de varón que Ortega vio en Castilla necesitaba encenderse soñando Californias y caballerías, y los huicholes, que viven en la desolación y monocromía serrana (testigo ha sido el maestro Luis Pancorbo), crean imágenes fulgurantes gracias a un simpático ingrediente que, personalizado, lleva el nombre de Mezcalito. El silencioso Tíbet rebosa de cielos e infiernos budistas con todos los colores de la India, mientras que una infinidad de especias y brocados inunda de luz los zocos de la aspérrima África.

Del Buda a Tamuda y del Quijote al peyote, todos estos caminos dan por bueno que nos hace falta el color. Necesitamos el color. Y más en estos tiempos. Estamos echando de menos al color desde los 80, desde que la cinta de vídeo hiciera nuestras imágenes y recuerdos terrosos y borrosos. Julián Marías, filósofo en el cine, se quejaba de que las películas eran cada vez más oscuras. Y qué puñetas, tenía razón, no eran achaques de hombre mayor. Cuando ya nadie se mete mano en el cine, es cuando hacen las películas oscuras. El pasado para nosotros es en blanco y negro, mientras que al pasado le podrá faltar internet y electricidad, le podrá faltar café y sobrarle achicoria, le podrá faltar penicilina y Pelargón, pero lo que nunca le podrá faltar es color. Este nuestro tiempo «que ha perdido la risa, que ha perdido el color», está verdaderamente tan perdido que puede recordar, con Gerardo Diego, que «mi vida es un limón/ pero no es amarilla mi canción».

Maxó Rennella, venido de las Indias imaginadas, quiere restituir el color a esta era tenebrosa, y cuida tanto los colores en su exposición que los envuelve en papel de aluminio, como un bocadillo materno. Con el aluminio de las paredes sustituye el mercurio que daba juegos de luz (y vaharadas tóxicas) en las cortes del Emperador de China y el Califa de Córdoba. No habrá peligro para la salud de los visitantes, ni los colores expuestos llevan en su composición química el veneno de la locura; el único riesgo de perdición es el del alma, porque entre tantos colores el que lleva el nombre de todos es el rojo, y es viejo refrán español, ya recogido por Pedro Vallés en 1549, que “colorado y negro: los colores del infierno”. Ante estos colores, el espectador dispondrá de su propio reclinatorio para arrepentirse (o arrepentirse de arrepentirse). En todo caso, en el camino hacia el infierno sólo encontrará, como es tradicional, buenas intenciones.

Maxó hace trampa, cierto es, porque quiere contrabandear color en nuestra seca, avellanada, España a través de la Barcelona de Gaudí y Domènech i Montaner, la Barcelona en la que incluso Don Quijote, héroe negro sobre blanco, pudo conocer el color del mar y la aventura de ser real. Pero ya no hay pájaros hogaño, y han cambiado tanto estas tierras que ya no hay quien venga de fuera para decir “por ti pintan de azul los hospitales”, como Pablo Neruda a García Lorca, sino que es bienvenido todo aquel que quiera pintarlos. Bienvenidos sean, pues, los colores de Maxó Rennella: falta hacían.

José María Bellido Morillas
— en Galería Maxó.

miércoles, 31 de agosto de 2011

miércoles, 10 de agosto de 2011

Hats for Stephen Jones By Maxó Rennella













Hats for Stephen Jones
Model: Giulia Fernanda Corrieri
By Maxó Rennella

martes, 26 de julio de 2011

sábado, 2 de julio de 2011

domingo, 26 de junio de 2011